viernes, septiembre 02, 2005

Der Tod eine Engel.

Mi alma se va consumiendo poco a poco y entre simples susurros todavía recuerdo las palabras a mi ángel... Escupe el veneno de tu boca, quiero probar la dulce hiel que guarda, ese veneno que alguna vez se mezclo con mis labios, clava más la daga en este convaleciente corazón, esa daga que alguna vez creí necesitar, ahora mi alma enferma... ya no siente más. Enfermedad del alma, corazón frío, sangre helada, ojos ausentes, pensamientos llenos de odio, lágrimas que presagian una muerte, jadeo constante, desesperación, angustia, un deseo, esperanza... no más. Abrir esa puerta a la que todos temen, pero parece estar vedada para mi... Será mi condena seguir viviendo? Enfermedad del alma, mi ángel llora a mi lado, se arrodilla, rezos susurrados se escapan de sus labios, de momentos se levanta, trata de darme consuelo, me acaricia con sus blancas alas, levanta mi mirada para encontrarla con la suya; sus lágrimas son tan hermosas, su pausado suspiro en llanto es tan exquisito... Pero... Qué me pasa?Aléjate ángel mío estas lágrimas presagian tu muerte! Te niegas a apartarse de mi lado, mis ojos ausentes guardan el odio, mi corazón lleno de gritos desesperados, y él, no responde... Los tambores de mi corazón parecen la marcha del infierno, ese eterno cáliz que algún día nos alimentó se ha convertido en veneno...-"Ángel mío corres peligro..." Tus blancas alas se acercan a mí, tus ojos me miran, ¡aléjate!, nada se puede hacer... mi alma está enferma. Pero no respondes... Mi mirada se voltea hacia vos, mis ojos blancos ausentes de vida y cordura se clavan en los tuyos, mis manos quieren tomarte y lentamente quitarte la existencia pero aún entre gritos te digo que no veas mas mis ojos, que no toques mis manos... ¡¡Aléjate!! Tratas de acariciar mi sucio rostro con tus blancas manos, tratas de mitigar un dolor eterno en un simple suspiro, la angustia con tu tierno y simple mirar, con mis impuras manos toco tu inmaculada piel, tu respirar se pausa, volteo mi desgastada mirada hacia a ti, tus ojos llenos de pánico se han dado cuenta de lo que soy, pero no te dejaré ir ahora... Una fría sonrisa se dibuja en mi rostro, clavo los colmillos del odio en tu suave y terso cuello, tus gritos me dejan sordo pero el odio me ha cegado nuevamente, nada me podrá detener. El batir de tus alas resuena en mis oídos cual gorrión emboscado por una serpiente, tu blanca piel es tan suave y mi boca está llena de tu dulce sangre, tus blancas alas se manchan de rojo, tus ojos de horror al contemplar mi lasciva mirada, y así, la vida se te va... Tal como lo prometiste, a mi lado lo único que siento es que sea este y así el final... El silencio se hace presente, él ultimo lento batir de tus alas que salpica sangre, sangre pura, el último suspiro se escapa de tus labios que atrapo y devoro, último suspiro de tu alma, tu mirada es tan tierna ahora, ángel mío dime: A qué sabe la muerte? Una lágrima se desliza a lo largo de tu rostro, tan bella, tan perfecta, parece frágil gota de cristal escurriendo por tus mejillas, me recuesto en tu regazo, me he dado cuenta de mi error. Pero ya no puedo llorar, ya no tengo vida, lo siento, ya no puedo hacer nada con mi alma enferma..."Angel caído, alas blancas manchadas de sangre, labios negros saciados de tu dulce hiel..."