lunes, agosto 22, 2005

Soy la sombra que ciñe tu silueta bajo la luz de la luna, aquella que te acompaña durante las noches vacías, cuando el sentimiento de melancolía es tal que hasta los muertos necesitan alguien con quién hablar. Por qué gastar hojas en blanco? si podemos escribirnos sobre la piel, para qué clavarnos agujas? que aún sin estas podemos sentir placer, sólo hay que abrir la mente, explorar nuestros sentidos, cristalicemos nuestras almas y hagamos compañía a las estrellas; aquellas que yacen entrecortadas en el fondo del lago.