lunes, agosto 22, 2005

Lo más seguro es que nos encontremos nostálgicos y melancólicos en los anchos pasillos llenos de soledades, por aquellos donde nos gusta transitar y transnochar, bebiéndonos las ansiedades todas de una vez, como es costumbre. Mientras la luna llora pedazos de blancura sobre los rostros que se convierten en fina escarcha que rueda por las mejillas, todo a nuestro alrededor serán sólo paredes blancas que miran ausentes el ir y venir de nuestros recuerdos, que lentamente avanzarán hacia el fondo del pozo, al infinito, así como ha pasado siempre...