lunes, julio 18, 2005

No más lágrimas... no más llanto, no se puede predecir una muerte
Tu cielo es una mentira, tú eres una mentira, libérame de mí y también de ti
Mis lágrimas siguen cayendo, tan rojas, tan tristes como siempre...
Y mi piel se abre tan generosa como cada vez que te recuerdo.
Aún siento tus afiladas garras enterrarse en mi negro corazón,
Aún recuerdo tus labios en los míos, absorbiendo mi vitalidad...
Para ti sólo fue un juego; mientras que para mí lo significó todo.
Hoy dejo tu corazón (sólo para los demás), hoy mi daga te hablará de mí.
Te dirá cuántas veces profanó mi carne en tu nombre, por tu olvido, por tu castigo
Por tu odio, por mi amor...