sábado, mayo 14, 2005

...Y aturdido en el grito de bufones ebrios que bailaban al compás siniestro de voces pseudo guturales adolescentes, mientras las Hadas lloraban sangre y las virgenes se perdían entre el calor de los cuerpos arrebatados por la líbido, un ángel se le acercó y él apenas pudo reaccionar...