miércoles, enero 11, 2006

Perpetuo Descanso.


Has encontrado un momento para oír tu respirar,
o quizá el agonizar de tu alma,
el suplicar de tu cuerpo,
o tu abandono por completo.
El vacío inmenso te hunde, te agobias;
el pensar va mas allá de todo, de nada,
se marchitó tu vida, se perdió tu esencia.
Llegaste a un punto establecido
y hoy te preguntas quién lo quiso así,
mientras tu mano escribe tu cuerpo...
llega al abandono entero.
Cuanto tiempo te mantuviste callada;
tantas cosas por decir, gritando en tu interior;
mataste todo lo bueno que existía en ti
y martirizaste tu alma, condenaste tu vida.
Hay locuras pasajeras o algunas otras inventadas,
vivir la vida con esa locura de la indiferencia,
con esa pasión provocada.
Repasas tu vida, ahora llena de tranquilidad,
no hay nada que te pueda abrumar,
todo lo hecho quedo atrás.
Ahora hay algo mas que afrontar...
Siempre existió el temor de sufrir lo incontrolable.
Es desconocido.
La búsqueda de uno mismo termina al caer en ese encierro.
En algo tan desconocido.
Las marcas del pasado trazaron tu camino,
las huellas que no pudiste borrar;
la crudeza de tu ser simboliza cicatrices,
lo palpable ya no está...